A medida que el mundo se va conectando y globalizando en Internet, la demanda de transacciones en línea, que sean rápidas, que funcionen de manera suave sin fricciones y sin interrupciones nunca ha sido tan alta.  Al mismo tiempo, estamos entrando en una era de riesgo cibernético sin igual, y la protección de los datos personales está en primer plano.

Estos dos vectores, experiencia del usuario y seguridad, se vuelven inseparables y son los que están impulsando las innovaciones en la tecnología de identificación electrónica. Estamos presenciando la intersección de la movilidad, la biometría, la inteligencia artificial, el IoT y la analítica en las soluciones de verificación de identidad que están surgiendo en el mercado.

Para las empresas significa que los responsables en materia de seguridad y gestión de riesgos garantes de la prevención del fraude deben orquestar una serie de capacidades que aseguren que las verificaciones de identidad que realizan y su nivel, estén dentro de la tolerancia al riesgo de la organización.

En paralelo, hay otras tecnologías, como el blockchain, que tratan de establecer un nuevo marco de confianza que podría transformar por completo el ecosistema de la identificación electrónica. Estos cambios tendrán un profundo impacto en la sociedad durante los próximos  años y más allá.

Finalmente, los organismos públicos deben actuar simultáneamente como promotores de la competencia y la innovación en materia de identificación electrónica y como salvaguardia contra el uso indebido de los datos de identidad, legislando convenientemente pero también poniendo a disposición de la ciudadanía servicios públicos de verificación.

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